Ya está. Ya ha pasado. Y se nos ha escurrido entre los dedos. Nuestro viaje ha terminado. nuestras vacaciones también. Poco a poco tratamos de volver a una realidad que nos abraza... e irónicamente nos sonrie. Sabe que nunca podremos abandonarla.

Aunque juguemos durante unas semanas a ser viajeros. Aunque nos perdamos en los agujeros más olvidados. Aunque disfrutemos en los parajes más sorprendentes. Aunque vivamos durante un tiempo la aventura...

La realidad llega.

Oimiakon se ha portado como una campeona. A pesar de la desconfianza que durante todo el viaje nos acompañó no podemos sino decir grandezas de la "pequeña". Ha tragado polvo, barro, lluvia, desniveles asombrosos y no ha dicho nada. Tan sólo el neumático trasero mostró signos de agotamiento que recomendó su sustitución... (esto de llevar rueda de repuesto es fantástico).

La vuelta, cargada como una mula... una mula de hierro.

La Isla de Madeira nos ha sorprendido por todo. Sus montes, sus secretas sendas... sus playas...

El retorno se nos presenta lleno de proyectos. La esperada nueva versión del Hogar de Altair verá la luz en breve... celebrando los 10 años sobre dos ruedas que cómo Altair Co. hacemos este año... 10 años viajando.

Y con ella muchas y sorprendentes novedades!!!