La verdad es que últimamente me he estado dedicando un poco a esto de leer Blogs. Que como todos sabeis no son más que diarios, como éste que ahora lees (je, je) que la gente escribe y hace publico en Internet.
Los hay de todo tipo. Los tenemos con tremenda carga política que por supuesto procede de todas direcciones. Tambien existen, no tantos, algunos con carga política y que también por supuesto procede de menos direcciones. Lo mejor, leer el de dirección política contraria a la que tu creias que llevabas. La sensación… incomprensión.
Los hay que fomentan un poco el vouyerismo. Esa curiosa actividad que se supone no realizamos ninguno y rápidamente censuramos pero que por otra parte e inexplicadamente se ha convertido en el pan de cada día de un montón de profesionales que viven de meterse en la vida de otros. Aunque claro es que ninguno de nosotros ve ni escucha esos programas.
Y esos Blogs curiosamente anuncian y publican unas abultadísimas cifras de visitas diarias. ¿De verdad le interesa a la gente lo que siente Marta cada mañana al ver a su ansiado chico?. Quizás sea una forma que tenemos de ver reflejadas en otras personas nuestras más secretas e inconfesables inseguridades. Quizas sea verdadero cotilleo. El caso es que Marta cuenta todas las tardes sus sensaciones, sus miedos, sus dudas.. y la gente se derrite al leerlas, e incluso escribe comentarios manifestando su inconfesional apoyo y dando sabios e indiscutibles consejos.
Pero hay más. Muchos más.
Los que más me llaman la atención creo que son los Blogs de viajes. No solo me llaman la atención. Envidio a sus autores. No solo tienen tiempo para organizarse viajes de escándalo con la meticulosidad que solo el sabio de la vida demuestra, encontrándo en la mayor parte de los casos esponsores que, supongo, porque esto nunca lo aclaran, en mayor o menor medida financian su viaje, sino que además mientras desarrollan la tan envidiable y temida por muchos aventura se dedican a publicar sus reflexiones en Internet. Y lo mejor es que la gente las lee.
Lo mejor es lo que se respira en todos estos Blogs. Una sensación de impotencia por no poder realizar el viaje que de la noche a la mañana se ha convertido en nuestro mayor tema de interés.
Ya son tres las sensaciones.
Sin embargo… ¿Qué me dicen ustedes de esos Blogs dedicados a la música?. Los hay de artistas que narran sus últimas noticias, sus vivencias y el estado de su vida en la “carretera”. Los hay que mezclando el contenido musical con el vouyerismo del que hablabamos hace poco nos cuentan el supuesto estado físico, mental y espiritual del artista de referencia. Y los hay tambien, mis favoritos, los que critican el último trabajo de la banda de turno.
Y que divertidos son. Poco a poco están tomando el espacio que antes ocupaban diversos periodistas con cierto reconocimiento en un estilo de música determinado. Bien a golpe de micrófono o de revista especializada aquellas personas erán capaces de hacer que un disco batiera records de venta o pasara totalmente desapercibido. Hoy todos somos un poco esos periodistas. La opinión de cualquiera, sin necesidad de ser contrastada o estar refrendada en años y años de supuesto reconocimiento público, traspasa el alcance de las ondas y el de las más extensa de las distribuciones de prensa impresa y llega a un incontable número de mentes que al menos leen opiniones libres.
Y en los próximos dias seguiremos hablando de los diferentes tipos de Blogs de los cuales nos quedan aún muchos por desengranar… y entender.
Y de todos los Blogs que últimamente leo creo que he de separar este que leeis ahora mismo. Una de las razones es que yo no lo leo.
Otra de las muchas es que quizás no pueda enmarcarlo en ningún genero. Supongo que es un Blog a la manera de Altaïr Co.
